Encuentra en este post lo básico para entender el biogás y porqué es una fuente de energía limpia que cobrará todavía más fuerza en los próximos años.
Cuando pensamos en el biogás, aunque no tengamos muy claro su proceso de generación, sí estamos seguros de su procedencia renovable. Pero, ¿sabes cómo se produce? Pues básicamente, se aprovecha el potencial energético de los desechos orgánicos producidos por el bienestar humano. Concretamente, residuos de empresas ganaderas y agrícolas (las heces de animales son un must muy valorado), lodos de las depuradoras de aguas residuales urbanas, y residuos de la industria alimentaria (pieles, restos de fruta, cáscaras, huesos de aceituna…).
Todos estos residuos se juntan en un tanque y se centrifugan a temperatura media-alta para que se fusionen bien. El proceso de descomposición de todas estas heces en un ambiente cerrado sin oxígeno, es lo que se conoce como digestión anaeróbica y da lugar al preciado biogás. Si hacemos un símil con el organismo humano, es como la digestión en nuestro estómago, donde se juntan todos los fluidos para su desintegración y asimilación de propiedades. Este “estómago” es conocido como el biodigestor.
El biogás que se genera en este proceso de descomposición, está compuesto en un 90% por metano (CH4) y en un 10% por CO2. Al combustionar para generar electricidad y calor, se evita liberar este metano a la atmósfera. Por lo que nos deshacemos de un gas que produce un efecto invernadero mucho mayor que el dióxido de carbono y es el segundo contribuyente global a dicho efecto. Este es el primero de los factores que lo hacen respetuoso con el medio ambiente.
El segundo, consiste en la mutación mediante transformadores de este gas en energía eléctrica y térmica para el consumo. Así, de un desecho orgánico se pasa a poder suministrar luz y/o calor y a la vez, tener un balance de emisiones de gases de efecto invernadero a favor del planeta. Dicho de otra manera, se produce energía y se ayuda al balance NET ZERO global. ¡Hurra!
Pero aún hay más, hasta en el final del proceso se aprovecha todo. El residuo remanente de la producción del biogás se llama digestato y se usa como abono o fertilizante, prácticamente inoloro, ideal para mejorar la productividad de las cosechas.
Esquema de funcionamiento de una planta de biogás. Fuente: Red Agrícola.
Como sabes, si eres cliente de Wombbat, puedes escoger en nuestra App tus plantas locales de biogás como reductores de CO2. De esta forma, te damos un reparto detallado del CO2 sumido por el biogás, para que el CO2 que emites con el consumo de gas en tu casa sea completamente compensado, y tengas garantizado tu NET ZERO.
Porque hechos son palabras y no buenas razones. En el último informe sobre el desarrollo del biogás publicado por la Asociación Europea de Biogás las cifras avalan que se trata de una energía en pleno crecimiento. Así, su uso aumentó un 15% en 2019, cerrando el año con más de 18.900 plantas de biogás y 725 de biometano en Europa. El pronóstico para el año 2030 prevé que este dato se duplique. Hablamos de un sector que puede contribuir a reducir las emisiones de CO2 en el mundo hasta un 13%. ¡Una opción más que factible para a sustituir los combustibles fósiles! Poco a poco, lo vamos juntos haciendo realidad. ?
